sábado, 24 de mayo de 2014

CARCINOMA EPIDERMOIDE DE PULMÓN

Introducción

Este ejemplo de carcinoma se encuentra dentro de las 4 categorías principales de neoplasias malignas de pulmón (adenocarcinoma, carcinoma epidermoide, carcinoma microcítico, carcinoma no microcítico). Presenta una incidencia en hombres del 32% y en mujeres del 25%.

                       
                  Vista macroscópica de un carcinoma epidermoide perihiliar con cavitación central.


Etiología y patogenia

Al igual que la mayoría de las neoplasias malignas, se debe a un aumento progresivo de anomalías genéticas que terminan por transformar un epitelio bronquial sano (seudoestratificado cilíndrico ciliado) en un epitelio escamoso neoplásico.
Los efectos carcinogénicos del humo de cigarrillo constituyen la causa principal, siendo el 87% de los carcinomas pulmonares en fumadores o personas que dejaron de fumar hace poco tiempo atrás.  El humo de cigarrillo posee mas de 1200 sustancias carcinogénicas, entre las cuales el benzo[a]pireno es el posible causante de mutaciones como G:C > T:A del gen p53, siendo la frecuencia de hiperexpresión de esta proteína mayor en el carcinoma epidermoide que en el resto de los carcinomas pulmonares. La acumulación de mutaciones en el gen p53 se encuentra en el 10-50% de las displasias, y al aumentar el grado de displasia, llega a un 60-90% en los carcinomas epidermoides in situ.

Morfología


La mayoría de carcinomas pulmonares se originan en el hilio o cerca de él, afectando principalmente bronquios de primer, segundo y tercer orden. Los carcinomas epidermoides, dentro de los otros tipos de carcinomas, son los que mas tardan en metastatizar fuera del tórax por vía linfática y hemática. 
Este tipo de carcinoma presenta queratinización y/o puentes intercelulares. En los tumores bien diferenciados, se ve con facilidad que la queratinización adopta la forma de perlas córneas o células independientes con un citoplasma denso muy eosinófilo. El grado de queratinización no es tan visible en carcinomas menos diferenciados, en los cuales hay alta tasa de mitosis. 
En el epitelio bronquial adyacente a la masa tumoral se aprecia una metaplasia escamosa, una displasia epitelial y focos de un carcinoma in situ



     Islotes de células epiteliales neoplásicas típicos de este tipo de carcinoma. 





En esta vista microscópica se puede observar una neoplasia bien diferenciada a la izquierda, presentando una perla queratínica, y una neoplasia menos diferenciada con alta mitosis a la derecha.




Vista microscópica de carcinoma epidermoide con nidos de células escamosas con citoplasma eosinófilo, bordes diferentes y núcleos hipercromáticos y angulados. 


domingo, 11 de mayo de 2014

VÍAS DE DISEMINACIÓN DE LA TUBERCULOSIS


Introducción

La tuberculosis, causada por Mycobacterium Tuberculosis, se caracteriza por la formacion de granulomas caseificantes y cavitación.
Las vías de diseminación de la TBC son la linfática y la hematógena, frecuentemente encontrándose las dos en el individuo pasando a llamarse diseminación linfohematógena. Dependiendo del tipo de diseminación la TBC se divide en subtipos, siendo una TBC pulmonar o extrapulmonar y afectando a uno o varios órganos.
Es importante destacar que tanto la TBC primaria como la secundaria presentan diseminación. 

Una vista microscópica de un típico granuloma se ve así:


TUBERCULOSIS MILIAR
Se presenta cuando los organismos drenados por vía linfática entran a la circulación venosa y llegan al corazón derecho, regresando de nuevo al pulmón.  Se originan focos pequeños visibles (2 mm) amarillos o blancos, diseminados por el parénquima pulmonar. Estos focos pueden fusionarse originando grandes regiones, hasta incluso lóbulos completos, afectados por este tipo de TBC pulmonar progresiva.





TUBERCULOSIS MILIAR SISTÉMICA
La diseminación en este tipo de TBC se da por la circulación arterial sistémica, es decir, es un tipo de TBC extrapulmonar, pudiendo sembrar la infección en el hígado, bazo, suprarrenales, médula ósea, meninges, riñones, trompas de Falopio y epidídimo (los principales).


Tuberculosis miliar del bazo.



TUBERCULOSIS ENDOBRONQUIAL, ENDOTRAQUEAL Y LARÍNGEA
Se origina como consecuencia de la diseminación linfática o por el material infeccioso expectorado. La mucosa de las vías aéreas se encuentra taponado por lesiones granulomatosas pequeñas.


TUBERCULOSIS AISLADA
Puede presentarse en cualquier órgano como consecuencia de la diseminación hematógena, suele ser la manifestación inicial. Los órganos frecuentemente afectados son las meninges (meningitis tuberculosa), los riñones (TBC renal), las suprarrenales, los huesos (osteomelitis), y las trompas de Falopio (salpingitis). Si se infectan las vértebras se denomina Enfermedad de Pott.


LINFADENITIS
La diseminación a través de las vías linfáticas también puede originar linfadenitis, que es la manifestación extrapulmonar mas frecuente de la TBC extrapulmonar, generalmente se da en la zona cervical de forma localizada y unifocal. Frecuentemente en individuos inmunosuprimidos, HIV-positivos, la linfadenitis es multifocal, sistémica, con afectación tanto pulmonar como de otros órganos.


PATRONES MORFOLÓGICOS DE LA INFLAMACIÓN AGUDA

Inflamación SEROSA:

El líquido extravasado en este caso es poco espeso y puede derivar tanto del plasma como de células mesoteliales, en éste caso produciendo lo que se llama un derrame en las cavidades corporales (pleura, pericardio, peritoneo). También encontramos este tipo de inflamación en las quemaduras, donde el líquido seroso se acumula debajo de la epidermis formando una ampolla.


                              
    Ampolla cutánea con líquido seroso, vista macroscópica.


                               
 
       Líquido seroso de una ampolla, acumulado entre la epidermis y la dermis, vista microscópica.
.

Inflamación FIBRINOSA:

Se produce ante la extravasación del fibrinógeno por el aumento de permeabilidad vascular, con la consecuente formación de fibrina en el intersticio tisular. Se produce ante un estímulo procoagulante local o cuando la fuga vascular es amplia. Frecuentemente se da en las superficies serosas (pleuritis, pericarditis fibrinosa) y en mucosas. Suele haber un coágulo amorfo, que se elimina por fibrinólisis o, en caso de no disolverse, puede haber cicatriz.



                                                    Pericarditis fibrinosa, vista macroscópica.



Pericarditis fibrinosa, vista microscópica. El exudado fibrinoso (bandas de fibrina y leucocitos) infiltra el pericardio.
    


Inflamación SUPURATIVA o PURULENTA:

Se produce mucha pus o exudado purulento que contiene tanto neutrófilos como microorganismos muertos, necrosis licuefactiva y edema. Las bacterias piógenas son las que producen pus, tal es el caso de los estafilococos.  Al haber una siembra mas pronunciada de estas bacterias pueden producirse abscesos, que son acumulaciones localizadas de tejido inflamatorio purulento, pueden darse en un tejido, órgano o espacio limitado.
Los abscesos contienen dos partes: una central que contiene a los leucocitos y células necróticas, y una periférica que es una zona de neutrófulos conservador alrededor del foco necrótico, y mas afuera aún, se produce vasodilatación y proliferación fibroblástica y parenquimatosa.

Pericarditis purulenta, vista macroscópica. Con exudado amarillento en la porción inferior. Frecuentemente causada por infección bacteriana que se expandió desde los pulmones. 


 
   Abscesos bacterianos en el pulmón, en una bronconeumonía.



 Absceso purulento en el pulmón, vista microscópica.
               

      
Leptomeningitis purulenta, vista microscópica. El exudado purulento contiene pus, leucocitos, fibrina, etc. Se observan vasos congestivos y acumulación de neutrófilos característica.





Acumulación de neutrófilos característica de la inflamación purulenta (vista microscópica).



ÚLCERAS:

Es una excavación de la superficie de un órgano o teido que se produce como consecuencia de la pérdida del tejido necrótico inflamado. Se necesita de necrosis para producirse una ulceración. Son características de la mucosa oral, gástrica, intestinal o genitourinaria, y también de la piel y tejidos subcutáneos (frecuentemente en miembros inferiores de los ancianos con alteraciones circulatorias).

 
Úlcera gástrica, vista macroscópica.


 
Úlcera gástrica, vista microscópica.