jueves, 7 de agosto de 2014

VASCULOPATÍA HIPERTENSIVA

Introducción

La tensión arterial es la tensión que ejerce el paso de la sangre sobre las paredes de los vasos sanguíneos, sus valores son considerados normales cuando la presión sistólica no supera los 120 mmHg y la presión diastólica no supera los 80 mmHg. A partir de dichos valores, comienzan los valores de hipertensión desde un nivel considerado normal alto, leve, moderado, hasta llegar a valores graves y fulminantes para el sistema cardiovascular.



Epidemiología

El 25% de la población general es hipertensa. En un 95% se considera a la HTA como un trastorno multifactorial, debido a factores genéticos, ambientales y psicosociales (como estrés), siendo considerada esta forma como “hipertensión primaria o esencial” al prescindirse de una única causa. Sólo el 5% debe su origen a una enfermedad renal o suprarrenal subyacente, un estrechamiento de la arteria renal, etc, siendo esta forma llamada “hipertensión secundaria”. La mitad de los hipertensos aproximadamente fallece por cardiopatía isquémica o por insuficiencia cardíaca congestiva.

Patología vascular de la hipertensión

Este trastorno no solo acelera la aterogenia sino que también produce cambios degenerativos en arterias grandes y medianas, pudiendo dar lugar a una diseccion de la aorta o una hemorragia cerebrovascular. 

à Morfología: la HTA se relaciona a dos vasculopatías:

Arterioloesclerosis hialina: las arteriolas presentan un engrosamiento hialino de sus paredes, color rosa homogéneo, con un estrechamiento concomitante de la luz del vaso. Esto se debe a la lesión de las células endoteliales que liberan sus proteínas intracelulares y comienzan a depositarse, y al aumento de la síntesis de matriz extracelular por parte de las células musculares lisas como consecuencia de la sobrecarga hemodinámica prolongada. Dicha patología sucede también en la diabetes, cuya etiología se debe a la hiperglucemia como factor de daño del endotelio vascular. Afecta significativamente a los vasos renales, nefroesclerosis, en la HTA crónica, lo que da lugar a estrechamientos arteriolares con una perfusión cada vez peor del riñon y como consecuencia se generan cicatricen glomerulares.

Vista microscópica de nefroesclerosis (benigna) donde se observan los depósitos hialinos en arterias y arteriolas renales, con estrechez de la luz, provocando atrofia renal con consecuente fibrosis, glomérulos hialinizados y disfuncionales.

En esta vista microscópica se observan glomérulos con hialinizacion parcial, consecuencia de la hipertension arterial crónica, y glomérulos totalmente hialinizados.

Se observan dos ejemplos de arterioloesclerosis hialina con sus capas vasculares engrosadas con material amorfo homogéneo y rosado y un estrechamiento de la luz. 




Arterioloesclerosis hiperplásica: aparece en la llamada “hipertensión grave o maligna”, los vasos presentan las paredes engrosadas por depósitos de láminas concéntricas, como “capas de cebolla”, y un estrechamiento de la luz, hay engrosamiento de las membranas basales y también depósitos fibrinoides y necrosis de las paredes vasculares (arteriolitis necrosante) afectando principalmente al riñón.

Vista microscópica de la arterioloesclerosis hiperplásica con su aspecto de "capas de cebolla", comúnmente asociada a la hipertensión arterial maligna, con presión diastolica superior a 120mmHg.

En esta vista microscópica se puede observar también arterioloesclerosis hiperplásica en una arteriola renal, pero con una de sus complicaciones mas frecuentes: necrosis fibrinoide.






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